Durante las peores semanas de alerta sanitaria las Residencias para Mayores Solimar tuvieron que interrumpir las visitas de familiares y amigos para salvaguardar la salud de los residentes, con el total apoyo a esta medida por parte de todos.
Durante estas semanas nunca se perdió el contacto regular mediante videollamadas pero todos estaban deseando el reencuentro.
Y a pesar de que los besos y abrazos tienen que esperar, por fin están disfrutando de estas esperadas visitas con todas las medidas de seguridad.
Nos confiesan emocionados que los metros de distancia y las mascarillas no les restan la ilusión de estar con sus seres queridos.