Según el estudio «The Lancet» hay algunos hábitos de vida que podemos cambiar y nos ayudarían a prevenir una futura demencia.
La buena noticia es que haciendo estos pequeños cambios hacemos que la demencia sea una parte evitable al envejecimiento.
Estas buenas prácticas son:
- Seguir aprendiendo toda la vida.
- Mantener una vida social activa.
- Pedir ayuda médica para la falta de audición, ya que priva a la gente tener estímulos sociales.
- También prevenir el aislamiento y la depresión.
- No fumar y llevar una vida saludable haciendo ejercicio regularmente.