Como en todas las fallas, estas fiestas culminan con la “Cremà” de los monumentos falleros.
Tras largos días intensos llenos de color, traca, flores y música, las residencias Solimar vuelven a su estado habitual.
A pesar de que este acto suele ser triste, ya que culmina con las Fallas, es sabido que el final de las fallas da comienzo a las del año siguiente, lo cual es motivo de alegría.
Os dejamos un resumen de cómo hemos vivido en los diferentes centros Solimar este día.